Beatriz Navia llegó hace dos semanas con su esposo Orlando Planchar a visitar a sus padres de 98 y 96 años. Este sábado ambos se hicieron presentes en el Mirador La Paz para recibir el Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco 5533, y lo que encontraron los dejó impresionados.

AMUN 21/06/25

Beatriz Navia es paceña, pero hace muchos años que viaja “por el mundo” como ella misma señala. Llegó a La Paz hace dos semanas con su esposo Orlando Planchar para ver a sus papás y, en medio de esta visita, ambos decidieron participar del recibimiento del Año Nuevo Andino Amazónico y del Chaco 5533 este sábado en el Mirador La Paz. La experiencia fue gratificante porque lo que vieron impresionó sus sentidos.

“Mira, es majestuoso, es un panorama de la ciudad, tan telúrica que es nuestra La Paz, ¿no? Y una obra monumental para todos. Y con ese letrero, yo le decía a él (su marido) soy de La Paz pero nunca me había planteado por qué se llama La Paz, el lugar donde menos paz hay”, dijo Navia, quien agradeció a otras personas por su solidaridad, dado que les invitaron hojas de coca para mitigar el intenso frío invernal en el Mirador La Paz.

Navia sostiene que nació en Sopocachi, donde actualmente viven su papá, de 98 años, y su madre de 96. Hace años que salió del país debido a los conflictos permanentes que tiene La Paz. “Me fui por el mundo, por  los muchos conflictos que hubo en La Paz. Y ahora estoy de retorno a esta ciudad, porque siempre el río vuelve a su cauce”, señala.

Su marido, Orlando Planchar, catalogó al Mirador La Paz como un lugar “mágico”, dado que se puede mirar al nevado Illimani, se puede disfrutar del sol y apreciar la belleza de la ciudad. “Es una excelente vista, excelente día, muy adecuado para conocer este lugar exquisito y estas letras. Yo las vi de ahí abajo, chiquititas, y ahora resulta que son inmensas, gigantes”, dijo Planchar, quien también destacó la solidaridad de la gente, dado que compartieron bebidas calientes a la espera de recibir los rayos del sol.

Para Navia, este espacio turístico refleja el alma que tiene La Paz, muy ceremonial, ancestral, que refleja siglos de tradición. “Se siente mucha devoción, hay algo ancestral de tantos siglos, de tanta tradición y la gente realmente lo siente, esa energía del sol y de las personas se transmite”, añade Navia, una paceña que se reencontró con sus raíces.

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La entrada De México a La Paz, el reencuentro de una paceña con sus raíces en medio de una majestuosa vista se publicó primero en Agencia Municipal de Noticias.

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